Humildad veraniega

Se aproxima el verdadero verano, esto es, el tiempo en el que el periódico sirve para mirar la cartelera y para protegerse del sol. El día en el que los columnistas aceptemos esa verdad, nuestros humos habituales descenderán proporcionalmente a la utilidad cívica de nuestra bienamada columna; una utilidad menos relacionada con la creación de opinión y más con la limpieza de las aceras tras el paso de nuestro perrito y sus costumbres fisiológicas.
Es el mejor ejercicio de humildad de quienes escribimos en prensa.
También lo es que nuestros textos, como La comisión, El efecto "Tita" y Silencio, se bebe, pasen sin pena ni gloria. Pero el verano y la prensa son así. Pura fugacidad.

De cuando es mejor el lector que el autor...

Esta semana los artículos son El vendedor de pareos, Grandes citas y Esperan-te pero sin duda lo mejor ha sido recibir noticias del siempre atento Ernesto cuyo correo no puedo dejar de reproducir aquí por la claridad de criterio y de exposición de sus siempre atinados juicios. Gracias, Ernesto.

"Estuve siguiendo tus artículos durante la visita del Papa y me parecieron todos muy buenos, en serio. Ya sabes que si no me gustan te lo hago saber sin problemas pero esta vez me parecieron análisis muy acertados, interesantes, que incitaban a pensar.
Ya he visto en el blog que teacreditaste como periodista y me alegré de comprobar que la organización fue buena.
Como sabes, yo estuve de voluntario en el evento y he de reconocer que fue una experiencia fabulosa. Los peregrinos se comportaron de un modo ejemplar. Organizados, respetuosos, ilusionados... su presencia fue discreta pero a la vez firme y representativa.
Estuve como responsable de servicios de atención e información y además ayudé a grupos polacos y australianos a su llegada a la ciudad así como asistencia a varios actos religiosos.
Fue muy bonito comprobar como disfrutaban de nuestra ciudad, vivían el momento con intensidad y agradecían nuestro trabajo para con ellos.
Al margen del Papa o de cualquier trasfondo religioso, familiar, etc, a mí me llamó mucho la atención lo que te decía antes: el gran civismo y educación de las masas de peregrinos que se desplazaban hacia la zona del altar y acampaban allí. No hacía falta esforzarse mucho pues todos soportaban estoicamente el calor, entendían tus limitaciones, cooperaban en hacerlo todo más fácil. Ellos han sido el verdadero éxito del encuentro y creo que merece destacarse como tal.
Me da pena que como siempre se juegue con cifras, se cuestione la eficacia de esto o de aquello. Los españoles en general y los valencianos en particular somos cainitas y envidiosos por naturaleza. No vemos más allá de nuestras propias narices.
Espero que el tiempo y el sentido común nos ayude a comprender la enorme trascendencia que para todos ha representado un Encuentro como éste".

Un verano muy periodístico

Este mes de julio me está resultando especialmente intenso en términos periodísticos: me paso el verano en Roma y viene el Papa a Valencia -noticia histórica que exige una cobertura extraordinaria-; me acredito en la Sala Stampa de la Santa Sede y cambian a su portavoz después de 22 años; me dedico a estudiar y leer y mi periódico me pide que escriba más que otros meses. Bien. Ya se sabe que el periodista tiene que tener la ductilidad necesaria para ir adaptándose a la actualidad. Así, no es de extrañar que en las dos últimas semanas haya publicado tres en lugar de dos columnas semanales, esto es, también el domingo.

La semana anterior fueron Nadar en horchata, Preso de arrebato y Chufas en el Vaticano.

Qué dijo Benedicto XVI

Mi estancia en Roma se interrumpió curiosamente por la visita de un habitante romano a Valencia: el Papa. En esos días, me acredité como periodista y trabajé en el Centro Internacional de Prensa. Estupenda organización. Y estupendo aire acondicionado.

Con esa ocasión, el periódico me ofreció la posibilidad de abordar otro tipo de texto diferente al de la columna, lo que supone siempre un reto para quienes escribimos en prensa porque evita que nos anquilosemos y nos deja ensayar, además, nuevas fórmulas. Este tipo de texto es el análisis donde el periodista no pretende decir qué piensa sino ofrecer claves para entender qué significa o qué importancia tiene lo que está ocurriendo. Eso hice -o intenté- con los discursos del Papa. Muy pretencioso, lo sé, pero, si al menos, conseguí dar algunas pistas para entender qué estaba diciendo B16, bien estuvo. Eso, como siempre, lo dirán los lectores. Dejo aquí los enlaces para comprobarlo: De Valencia a Europa, La invitación y El quid.

Recibo, al hilo de la cuestión, el agradecimiento de Lluís Motes al felicitarle por la cobertura que los Servicios Informativos de RTVV hicieron de la visita del Papa ("Jo, que acostume a llegir-te al diari, valore més encara les teues paraules perquè conec el teu rigor i el teu sentit comú. Gràcies per la teua felicitació i estigues segura que la faré arribar a tot l'equip d'informatius de TVV, autèntic protagonista de l'èxit") y la felicitación de mi "jefe" en Las Provincias, Pablo Salazar ("María José, enhorabuena por tus magníficos análisis de la semana pasada"). Se agradece.

Nota posterior: Acabo de darme cuenta de que había un artículo no enlazado: En silencio.

Decíamos ayer...

Casi dos meses después, vuelvo a casa cual turrón por Navidad. La razón de la ausencia la conocen algunos fieles como Ernesto que respetuosa pero incansablemente me piden que actualice el blog: "Aquí estoy de nuevo, dándote la lata con lo de siempre. Sin duda debes seguir muy liada por lo que tan sólo quiero darte ánimos, decir que te sigo leyendo y que espero con ganas la actualización del blog".

Pues sí. La cuestión es que estoy en Roma con un proyecto de investigación para la Universidad y apenas tengo tiempo para nada más que para estudiar (esto último, en pleno agosto, sonará a música celestial en los oídos de mis alumnos suspendidos... lo sé. Los ricos también lloran y los profesores también estudiamos en verano).

A lo que iba. Desde entonces ha llovido mucho y Las Provincias me ha publicado muchos artículos: Inseguridad política, Mundo friki, La crítica, Chipiona, España, El tanga, Sant Jordiet, El gatillazo, La galería, La nueva Fe, Orgullo Ché, Ratón-pancarta, Hábitos playeros.